Entendiendo la homeopatía como una ciencia/arte que trasciende lo físico y que tiene principios definidos y que está disponible y dispuesta a la persona que sigue un camino mediante el cual pueda moldear su vida acorde a sus experiencias vividas, siendo capáz de buscar y encontrar en el eterno presente la mejor manera de vivir y convivir en armonía con sus semejantes, la naturaleza y el cosmos, con todo, con Dios.

Comprendiendo el Eneagrama como un sistema milenario que brinda a la humanidad la oportunidad de conocerse individualmente, permitiéndole de esta forma el auto-conocimiento necesario para alcanzar un modo de vida más integral, bajo la premisa de que si nos conocemos a nosotros mismos, si somos capaces de vernos desde afuera, muchas veces nos podremos tener consideración, al descubrirnos capaces de notar las actitudes, errores y actos negativos en los que incurrimos.

Si vemos nuestros errores con amor, tenemos la capacidad de aprender a enmendarlos, por ejemplo: si constantemente herimos a nuestros semejantes, eso sería un reflejo de que actuamos con baja conciencia en estados enfermos de salud. Por el contrario, si nos conocemos y podemos ver nuestras acciones, vamos a pensarlo dos veces antes de herir a otra persona, animal o hasta cosa, por el simple hecho de que estamos siendo capaces de vernos en los otros. Aquí domina la sabiduría de no hacer a otros lo que no nos gustaría que nos hagan.

De lo anterior se extrae la escencia y la importancia del auto-conocimiento, el cual gracias al Eneagrama podemos alcanzar cuando elegimos el amor en lugar del dolor, y por ende la salud en lugar de la enfermedad.

La elección es nuestra. En el camino de cada persona, llega el momento en que se siente la necesidad de saber más acerca de uno mismo, de la vida, del porqué de la vida, y es en este punto donde se está en la capacidad de aceptar los regalos que la vida tiene para el que los quiera aceptar.

Dos regalos de la vida son la homeopatía y el eneagrama

Ambos elementos que integran la vida en sí. Elementos que se convierten en camino de sanación y sabiduría al mezclarlos.

Cuando integramos, sumamos, agregamos, crecemos, y es este precisamente el camino al que nos lleva la suma del Eneagrama con la Homeopatía. Por un lado, con el Eneagrama tenemos la herramienta para el auto-conocimiento, el poder saber quiénes somos y qué hacemos en la tierra en esta existencia, y por otro lado la Homeopatía que nos permite alcanzar la auto-sanación, para esto empleando los recursos homeopáticos.

Es importante conocernos para poder actuar pronto, para evitar llegar a viejos y tener que descubrirnos en una situación donde nos lamentemos por no haber vivido de otra manera, buscando siempre la respuesta y la solución en las cosas materiales, que tan fácilmente nos llegan en estos tiempos, y de esta forma no lamentarnos y poder vivir plenamente.

Estar balanceados para estar bien

En estos tiempos “modernos” caemos en errores y contradicciones constantemente, vivimos con una conciencia exteriorizada, la cual nos obliga a ver únicamente los errores de nuestros semejantes, siendo incapaces de vernos o descubrirnos a nosotros mismos en los errores de los otros. Precisamente de eso se trata, meditar un poco, para descubrir que todo lo que no nos gusta de los otros, todas esas cosas que criticamos, evitamos, repudiamos, todo eso es únicamente un reflejo de lo que nosotros mismos somos, de esta manera tan sabiamente magistral la vida nos muestra la polaridad, así, por ejemplo: Si siempre buscamos que las cosas se hagan excelentes, sin lugar a errores, intolerantes a los errores de los otros y constantemente vemos a personas que lo hacen mal, o fallan, a estas las criticamos duramente, porque no son como nosotros, sin darnos cuenta que son también nosotros, y que al ver lo negativo en los otros, surge nuestra propia conciencia invitándonos a vernos y tratando de balancearnos para estar bien, en equilibrio y por ende saludables.

Es importante aclarar que tanto el Eneagrama como la Homeopatía, encuentran 3 estados en cada persona, y que dependiendo de ese estado se puede corroborar la manera de comportarse de una persona y el porqué de su enfermedad. Estos estados son el Estado Sano, Promedio y Enfermo. Al mismo tiempo cabe mencionar que los síntomas en la salud del enfermo deben ser la guía principal para la selección del medicamento, según las enseñanzas de los grandes maestros.